Tras la buena experiencia de mi primera maratón opto por aprovechar la forma y sigo entrenando tres días a la semana. En el horizonte está la Marató de Barcelona, que según mi amigo David en los últimos años ha mejorado mucho en recorrido. Ya no llega a Montjuïc como antes. Empieza y acaba en la Plaza España. Mientras me lo pienso salgo en la San Silvestre de Donostia. 8.750 metros. Corro con las Mizuno y acabo en 33:34. Buena marca. Me apunto a la Marató de Barcelona, cuya tabla de entrenamiento empiezo a seguir. La de bajar de tres horas. Tiene menos carga de kilómetros semanales que la de Martín Fiz, unos 75 en total. Me va muy bien. Ni una molestia. Ahora dudo en correr con las Mizuno Wave Nirvana o las Asics 1130. Por los entrenamientos / tiempos me decanto por las Mizuno. Algo más pesadas pero con más amortiguación. Algunos colegas me dicen que si quiero andar sobre las tres horas mejor me compre unas zapatillas algo más ligeras. Aprovechando un viaje laboral a Bilbao me acerco a la tienda Bikila, donde expongo ese dilema. La respuesta que me dan es clara: si vas a andar sobre las tres horas corre con las Mizuno Wave Nirvana. Buenas prestaciones: amortiguación y estabilidad. Algo fundamental cuando tienes que dar tantos pasos. Añaden que hay muchos corredores –incluso profesionales- que optan por zapatillas de competición muy ligeras para correr maratones, cuando en realidad es un calzado para carreras de 10km máximo. Y así vienen las lesiones y calambres, incluso en plena carrera. Si en la maratón tu media no va a bajar de 4 minutos el kilómetro, no vale la pena arriesgarse con una zapatilla más ligera.
Las sensaciones en los entrenamientos son buenas. Los últimos dos meses cumplo a rajatabla las tablas de entrenamientos: series de 1.000 a 3:50, de 2000 a 3:55, de 3000 a 4-4:05. 400 entre 1:18 y 1:13. Cronos con los que quizá podría ser sub3. Incluso los test de predicción de tiempo según los tiempos conseguidos en medias maratones y 10km me dicen que debería andar sobre las tres horas. Pero no, opto por marcarme el objetivo de mejorar la marca de Donostia: hacer menos de 3:10. Entre 3 y 3:10. Creo que es un objetivo realista.
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